Liberia es un estado de África Occidental situado entre Sierra Leona, Guinea y Costa de Marfil. Tiene una extensión de 111.370 km2 (aproximadamente como Portugal) y una población de 4,4 millones de habitantes, de los cuales cerca de 2 millones viven en Monrovia.
El país ha pasado recientemente por dos guerras civiles consecutivas (1989 – 1996 y 1999 – 2003), que causaron la muerte de más de 200.000 personas y la devastación casi total del país, que está entre los 7 más pobres del mundo.
Posee una de las tasas de mortalidad infantil más altas, con 71 casos por 1.000 habitantes. En estos momentos, el 80% de la población liberiana carece de un empleo, más de 30.000 niños y niñas son huérfanos y hay más de 100.000 niños-soldados y ex-combatientes con necesidades acuciantes de educación, rehabilitación y atención psicológica.
El nivel de analfabetismo en el país es del 85%, con más de la mitad de los 1,6 millones de niños y niñas liberianos sin escolarizar. Antes de la guerra había unas 2.400 escuelas en el país, de las cuales un 80% fueron destruidas.
La guerra dañó gravemente el sistema sanitario. Las instalaciones de salud quedaron en su mayor parte destruidas y el personal médico y de enfermería huyeron a países con más estabilidad.
En estos momentos, sólo el 45% de la población tiene acceso a los servicios esenciales de salud. La malaria y la tuberculosis son las enfermadedas con mayor presencia, y la incidencia del HIV/ Sida es muy alta.
El brote de ébola del 2014 no hizo más que empeorar la situación, provocando el cierre de los hospitales, que han ido reabriendo poco a poco pero sin alcanzar el nivel asistencial que ofrecían con anterioridad.