15 Ene 2019 “Confío más en mí misma desde que recibí tratamiento en el Saint Benedict Menni”
B.Y. tiene 50 años. Es una de nuestras primeras pacientes. En su último seguimiento mensual, aparece puntual, bien vestida y y arreglada, con su sonrisa permanente y el pelo recogido. Es una de las muchas liberianas que todavía sufren las consecuencias de la guerra y del brote de Ébola, y está también afectada por la esquizofrenia.
Esos no son los únicos factores que hacían que no estuviera estable: la soledad y la falta de atención de su familia contribuían también a su infelicidad y sus recaídas. Estuvo tres meses con nosotros, y tan pronto como vimos que su familia no la apoyaba, comenzamos a trabajar con su familia y su entorno. Ahora, después de 9 meses, está estable, su familia es más consciente de su situación y sus necesidades, y está en señando en una escuela primaria de su comunidad.
¿Cuánto tiempo estuviste en la Unidad de Convalecencia?
Llegué en noviembre de 2017, y me marché en febrero. Eso hace tres meses. Llevo de alta ya 9 meses.
¿Cómo ha cambiado tu vida desde que fuiste tratada aquí?
Desde entonces tengo mucha más confianza en mí misma. Confío en las Hermanas. Rezo porque nuestro vínculo dure, aunque yo soy episcopaliana. El tratamiento que recibí me va bien, y no he tenido efectos secundarios como antes.
¿Qué es lo que más te gustaba cuando estabas en el Centro de Salud Mental Saint Benedict Menni?
Me encantaba leer novelas, la comida y todas las actividades en la Unidad, especialmente la musicoterapia y los paseos por los alrededores. Mi más sincero agradecimiento y aprecio a todo el personal.
¿Qué haces ahora para ganarte la vida?
Soy maestra en una escuela comunitaria. En el futuro, me gustaría ir a América adonde mi hermana mayor.
¿Qué les dirías a todas las mujeres de Liberia que lo están pasando mal por su enfermedad mental?
Estad cerca del Creador, no es algo a lo que queráis enfrentaros solas. Le diría a todo el mundo que rece y que confíe en el Señor, pero también “tómate tu medicina, ocupa tu tiempo y siéntete útil”. Para quienes viven con estigma, que tengan valor: la vida es sólo una fase, y todo pasará.
¿Qué podemos hacer para mejorar el centro?
Podríais poner un ventilador en cada habitación… o aunque sea, en mi cama (se ríe). Me gustan los sitios frescos.
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